B.B. King, el blues maestro

El eco de los latigazos sobre el lomo del esclavo aún resonaba en el sur de los Estados Unidos, incluso ya bien entrado el siglo XX. En ese clima Riley Ben King, nació el 16 de septiembre de 1925 en Itta Bena, Missisipi. Por aquellos años de entre guerra, la pobreza azotaba al pueblo negro. Pero también padecían la discriminación racial. El propio BB King cuenta que una mañana cuando iba camino a la escuela primaria, vio a un negro colgado de un árbol, ahorcado y linchado por el Ku Klux Klan. Allí donde la ultra derecha inundaba de terror a la comunidad afroamericana, pocos años más tarde, esas latitudes serían conocidas por su creación artística: el Blues, una locura de la historia.



El Blues nace en los campos algodoneros, mientras que trabajan de sol a sol, los esclavos cantaban pequeñas frases. A lo lejos otro negro respondía. Así nació la idea de llamada y respuesta, “call and response”, tan característica del Blues. Con el tiempo esa idea fue trasladada a la guitarra y se aprecia mejor entre dos o mas guitarristas, recurso que B.B. King explotó a lo largo de su carrera.

El pequeño Riley, también trabajaba en los campos algodoneros, piloteando un arado, 12 horas por día, 6 días a la semana durante 16 años, lo que alcanzaba para dar la vuelta al mundo.

Se metió en el mundo de la música tocando gospel, allí aprendió a tocar la guitarra y a cantar. Desde entonces, su vida recorrió una larga ruta a través de las seis cuerdas, que esta vez si lo llevarían a recorrer todo el mundo.

Una vez instalado en Memphis, bajo la influencia de un primo se dedicó de lleno al Blues. Ahí trabajó en una radio donde el pasaba música y tocaba con los músicos invitados de Jazz. De a poco nació la abreviación de su nombre artístico Blues Boy por el de B.B. King.

Una noche estaba tocando en un bar de Arkansas y una pelea de borrachos causó un incendio tan fugaz y repentino que todo el público salió corriendo de inmediato. En esa adrenalina, BB King se dió cuenta su guitarra Gibson “335” había quedado adentro del local y se metió entre las llamas del mismísimo diablo para rescatar la viola, mientras escapaba el local de madera se derrumbaba por completo, reducido a cenizas. Desde entonces esa guitarra llevaría el nombre de “Lucille”, porque así se llamaba la mujer por la cual esos tipos habían iniciado la pelea. BB King compuso un Blues que lleva ese nombre, un recitado donde cuenta esa historia de este amor único. Aunque no fue su único amor, ya que en otras pocas ocasiones se lo vio tocar con una Fender Telecaster.

Con esa guitarra Gibson, desarrollo su técnica en los fraseos que va tocando en las canciones. Como él tenía dedos gruesos, no podía usar el “Slide”, el cilindro de acero o a veces el cuello de botella de cerveza que usaban otros bluseros, entonces imitó ese sonido utilizando el bending, el vibrato, que lo vuelve tan expresivo como único.

BB King hace únicamente los solos, las frases, que son tan sutiles y suenan tan bien porque estaba acompañado por una buena orquesta. BB King no tocaba la guitarra rítmica. No. Nada de acordes, ni uno. Y se lo hizo saber a los muchachos de “U2” cuando lo invitaron a tocar en uno de sus conciertos.

Por otra parte cuando canta con ese vozarrón no toca, y cuando toca, no canta. Algunos dicen que en realidad el que canta es su corazón, y lo hace a través de Lucille. Basta simplemente escucharlo para sumarse a los que piensan eso.

Finalmente vale decir cuando que BB King terminaba sus solos, lo hacía tocando la tónica más aguda del tema en cuestión. Pero esa última nota era acompañada por una sonrisa, transmitiendo lo que en sus propias palabras decía: “Dame seis cuerdas y seré feliz”.


El Secreto de B.B.King: BLUES ENTEROS CON 5 NOTAS


Fuente: 
http://www.laizquierdadiario.com
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