Más allá de las notas
El panorama profesional para los músicos en el siglo XXI es dinámico y exige un conjunto de habilidades que trascienden la excelencia interpretativa. Si bien los conservatorios superiores se centran, comprensiblemente, en el desarrollo del talento musical, a menudo dejan un vacío en la preparación de los estudiantes para los aspectos prácticos y empresariales de sus futuras carreras. En este artículo exploraremos cinco áreas de conocimiento que deberían integrarse de manera robusta en el currículo de los conservatorios superiores para empoderar a los graduados y facilitar su transición al mundo laboral.
En primer lugar, la gestión básica emerge como una necesidad fundamental. Un músico profesional, ya sea como solista, miembro de un conjunto o profesor, inevitablemente se enfrentará a cuestiones administrativas. Comprender las diferentes formas jurídicas para operar (autónomo, cooperativa, asociación, etc.), los trámites para registrarse y las metodologías de facturación son habilidades prácticas esenciales que a menudo se aprenden sobre la marcha, con los consiguientes errores y frustraciones. Incorporar una asignatura que aborde estos aspectos proporcionaría a los estudiantes una base sólida para gestionar su actividad profesional de manera eficiente.
En segundo lugar, la economía básica es un pilar crucial para la sostenibilidad financiera. Conocer las obligaciones fiscales, comprender los conceptos de retenciones y el funcionamiento general del sistema impositivo son conocimientos indispensables. Un músico informado sobre estos temas estará mejor equipado para planificar sus finanzas, evitar problemas con las autoridades fiscales y tomar decisiones económicas más acertadas a lo largo de su carrera.
En tercer lugar, si bien muchos planes de estudio mencionan las competencias básicas como el dominio del inglés y las habilidades de comunicación, a menudo quedan relegadas ante la intensidad de la formación instrumental. Sin embargo, en un mundo globalizado y colaborativo, la capacidad de comunicarse eficazmente en diferentes contextos, tanto verbalmente como por escrito, y el dominio de un idioma internacional como el inglés, abren puertas a oportunidades profesionales, colaboraciones internacionales y acceso a recursos educativos y de investigación. Es crucial no solo mencionar estas competencias, sino integrarlas activamente en el proceso de aprendizaje.
En cuarto lugar, la preparación para la audición va mucho más allá del dominio técnico de una pieza. Implica el desarrollo de estrategias para controlar los nervios, mantener la concentración bajo presión y gestionar el estado físico para rendir al máximo en un entorno de evaluación. Una formación específica en estas áreas, que incluya simulacros de audiciones y técnicas de gestión del estrés, puede marcar una diferencia significativa en el éxito de los aspirantes a músicos profesionales.
Finalmente, el networking se ha convertido en una habilidad esencial en cualquier campo, y la música no es una excepción. Fomentar la capacidad de establecer contactos profesionales, compartir ideas, colaborar en proyectos y construir una red de apoyo es fundamental para el desarrollo de una carrera musical. Una asignatura que explore estrategias de networking, la importancia de la presencia online y las habilidades de comunicación interpersonal puede empoderar a los estudiantes para crear y aprovechar oportunidades profesionales.
La excelencia musical sigue siendo el núcleo de la formación en los conservatorios superiores. Sin embargo, integrar estas cinco asignaturas en el plan de estudios podría dotar a los futuros músicos de un conjunto de herramientas más completo y relevante para navegar con éxito las complejidades del mundo profesional actual, permitiéndoles no solo interpretar con maestría, sino también gestionar, prosperar y conectar en la escena musical global.
Cinco asignaturas que se deberían implementar en el plan de estudios de los conservatorios superiores para preparar mejor a los músicos para sus carreras.
- Gestión básica: que cubre las formalidades de establecer un grupo y cobrar, incluido el conocimiento de las diferentes entidades legales.
- Economía básica: comprensión de las obligaciones financieras, los impuestos y las retenciones.
- Competencias básicas: como el dominio del inglés, la comprensión lectora y las habilidades de comunicación.
- Preparación para la audición: aborda los nervios, la concentración y el estado físico involucrados en la audición.
- Networking: enfatiza la importancia de hacer contactos, compartir ideas e involucrarse en proyectos.