Bobby McFerrin
Es un intérprete a capella largamente influenciado por el jazz y director de orquesta. Es el hijo del renombrado solista Robert McFerrin. Su canción «Don't Worry, Be Happy», aparecida en la banda sonora de la película de 1988 Cocktail protagonizada por Tom Cruise, fue el éxito número 1 en las listas de Estados Unidos. También ha colaborado con solistas como los pianistas de jazz Chick Corea y Herbie Hancock y el violonchelista Yo-Yo Ma y con la Saint Paul Chamber Orchestra. Es conocido por tener un gran rango vocal de cuatro octavas y por su habilidad para usar su voz para crear efectos de sonido, como su recreación de un bajo sobresaturado (con overdrive), que logra cantando y golpeando suavemente su pecho. El estilo de McFerrin, inconfundible a la vez que insólito en la historia del jazz, le ha convertido en una de las voces masculinas más relevantes del siglo XX. Su extensa tesitura (en torno a las siete octavas), así como lo plural de su timbre sonoro, lo han proclamado voz pri